TRIPTICO

Tres facetas tiene esta columna, de las que la primera es el 25º aniversario de la escisión de la sección de rugby de un club y que dio origen al Bera Bera-ya se sabe que los colectivos humanos se reproducen como las amebas-. A pesar del nombre que recuerda sus profundas raíces más que otra cosa, el club ha crecido sólido buscando alcanzar unas instalaciones propias y mantiene el peso del rugby en su actual estructura. Y además su sección de rugby se plantea un reto ambicioso en la consolidación del profesionalismo en España.

Una segunda causa de estas líneas es precisamente que la contundente derrota de El Salvador en su primer encuentro europeo -para cuando salta el comentario al blog ya se ha producido la segunda derrota-, nos pone a todos ante el espejo. La realidad de nuestro rugby de clubes no es distinta de la de nuestras selecciones. Nuestros mejores equipos –como el propio Bera Bera en su momento-, se encuentran varios escalones por debajo de los que disputan las ligas profesionales europeas. El camino que hay que recorrer es largo y posiblemente los que no se sumen al proyecto que avanza puedan originar una escisión en un escuálido panorama. No creemos que nuestro rugby pueda soportar una guerra fratricida en su incipiente y balbuceante camino hacia el profesionalismo.

Y la tercera parte viene provocada por la selección de mayores de Euskadi que perdió por un punto frente a una selección regional francesa formada por jugadores aficionados. El resultado más que injusto fue decepcionante porque el nivel de los seleccionados vascos es superior al exhibido pero también es superior la dedicación de los jugadores del otro lado a este deporte que la que los nuestros pueden dar en nuestra economía de subsistencia en el tercer mundo oval. O sea que es la serpiente que se muerde la cola: nuestro rugby sin base escolar tiene serias dificultades para crecer pero este crecimiento tiene que ser atractivo para que los jóvenes se incorporen al rugby y los jóvenes deben tener tiempo y medios para hacer deporte e incluso para poder vivir del deporte si lo elijen como profesión.