MIGUEL ALONSO y LUISA ETXENIKE
Ambos han sido recompensados recientemente con distinciones y premios, uno por su ejercicio profesional de abogado criminalista y la otra por su ejercicio profesional de escritora.
En sus campos los dos se están mereciendo el reconocimiento social y me alegro. Me alegro porque también he compartido con ellos momentos que han pasado mucho peores y los dos son personas que han cogido las manos que se les han tendido en demanda de que compartieran sus emociones con quien lo necesitaba, me consta.
Hace un tiempo escribí un texto rugbístico que supongo que no es muy original y que además lo he dejado sin completar y que puede servir al respecto para ambos:
- El ensayo es la culminación de una labor de equipo. Me gusta el jugador que no lo celebra desmesuradamente, el que sobriamente se alegra de haber posado el balón y da la mano al que le ha dado el pase anterior como mucho.
Cuando un jugador es reconocido por el público o por uno de esos premios que se otorgan más o menos innecesariamente –que premien por hacer lo que gusta no es necesario-, me alegro. Mi ego también existe y que alimenten su gula es un placer para mí que no he sabido ocultar, o sea que comparto la alegría de un compañero cuando le alcanza un reconocimiento.
Pero lo importante sigue siendo el ensayo en cada partido y el poder compartir todos y cada uno de los tres tiempos del rugby y de la vida.
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