Evaluar el coste social y
simbólico que para un club siempre cercano a la élite del rugby español va a
suponer el cambio de régimen: el rugby de élite es profesional o no es, no
existe.
Hernani RT hasta ahora ha
contribuido a arraigar el rugby en Hernani con su filosofía, sus valores, sus
tradiciones, gracias en gran parte a la estabilidad de sus dirigentes durante
sus mejores años. Pero ahora puede ser enorme el escalón que se sube tanto en
presupuesto como en exigencia competitiva y que coincide en el tiempo con la
disminución del poder económico de las empresas locales, sin las que el rugby
–y los otros deportes hasta ahora aficionados de Hernani y que “compiten” con
el rugby en el mismo pequeño mercado-, no puede vivir.
No ha habido en los “notables” de
Hernani una presencia significativa de miembros de la familia del rugby, así
que quizá ahora es el momento en el cual alguno puede pensar que se puede
atraer a los dirigentes del Hernani RT a ocupar protagonismo en otras
instituciones que conforman el poder de la sociedad local ya que el rugby va a
necesitar ingresos (e instalaciones) y le van a pedir a cambio más de lo que ya
ha dado de capital intangible a Hernani.
Pero si nos quejamos que a otros
deportes privados en manos de particulares –el más sangrante caso para mí es
lógicamente el de la Real Sociedad
SAD-, se les transfieran fondos públicos sin escrúpulos ni vergüenza, no
podemos reclamar que recaiga sobre las arcas municipales y provinciales la
mayor parte del esfuerzo económico que se va a requerir en la nueva etapa donde
van a pesar tanto las exigencias del profesionalismo.
Hay que aprender de los errores
de otros clubes que han pasado por la misma experiencia y que ahora la están
purgando donde sólo se oye el llanto y el rechinar de dientes. El Club de rugby
debe seguir existiendo y evolucionando y su mantenimiento debe asegurarse con
independencia de los avatares económicos del primer equipo. No puede haber
vasos comunicantes financieros entre la estructura profesional y la estructura
aficionada que deben estar claramente separadas a ese nivel, me parece.
Como cada partido no sólo lo
juegan los jugadores sobre el terreno –técnicos, dirigentes, patrocinadores,
seguidores... en su parcela lo juegan-, la nueva temporada del primer equipo,
surgido de un formidable cuerpo social, también la jugarán jugadores sobre el terreno, técnicos,
dirigentes, patrocinadores, seguidores... cada uno en su parcela que forma un
territorio social que conocemos por Hernani.
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