jueves, 9 de enero de 2020

HAY UN PEZ GORDO


 Este folletín por entregas irregulares comienza en

Fernando Ustarroz se fue para Bilbao pasando por Madrid, incluso hizo noche en Madrid. El viaje hasta Madrid lo hizo en avión y en compañía de la teniente Carmen Camacho. El Teniente Coronel Camacho les había convocado a los dos en su despacho para informarles de las órdenes recibidas, los dos tenían que reunirse en Guzmán el Bueno, en la Dirección General, con un Teniente Coronel de la Unidad Central Operativa que les iba a entregar personalmente más instrucciones sobre lo que Ustarroz tendría que hacer en Bilbao y Camacho en Mallorca, porque ella iba a hacerse cargo de seguir con la carpeta sobre el asesinato del financiero bilbaíno, aunque se siguiera aparentando que el caso estaba resuelto con los dos homicidas confesos en la cárcel, para obtener cuantos más datos se pudieran encontrar en la isla sobre quien se había presentado como Manfred Rödel y quien le hacía compañía durante su breve estancia por allí.
Paco Gallego había ascendido a Teniente Coronel por méritos de « guerra », de la guerra contra ETA, de la guerra contra el narcotráfico, de la guerra contra las bandas organizadas… y tantas guerras le habían dejado secuelas físicas y mentales, alto y desgarbado, con tics oculares que le hacían guiñar las cejas simultáneamente a ambos ojos, mientras fumaba cigarros que liaba como si fueran porros y que dejaba deshacerse en hebras y ceniza sobre los expedientes abiertos en su mesa desordenada, en los que también iban cayendo los cabellos grasientos que perdía. Nadie le había visto en uniforme reglamentario en los últimos años y su despacho era un lugar de peregrinación en busca de ideas ante casos complicados o de contactos con gente que sabían cosas que nadie más sabía, sobre todo de los servicios de inteligencia, porque en el Centro Nacional de Inteligencia había dejado todas las puertas abiertas para él desde sus tiempos en el CESID.
Gallego dejó la mitad del cigarro que estaba fumando en el alféizar de la ventana abierta a su espalda sin dar importancia a que el viento se la llevara o no – de hecho se la llevó al cabo de dos segundos de dejarla -, y se volvió a los dos tenientes recién llegados.
- Las huellas y el adn que nos habéis remitido no están en ningún fichero de antecedentes policiales por una sola y sencilla razón: porque son de uno de los nuestros.
- ¡Hostias! - exclamó Ustarroz -.
- Bueno, de uno de los nuestros pero que no es del cuerpo ni del CNI, sino que ha sido un colaborador en tiempos pasados, un bilbainoo, un verdadero forofogoitia del Athlétic, Peio López Iruraiz ¿Quién es este individuo? Qué no es este individuo es más fácil de decirlo, Peio es un semiananalfabeto diploma-adicto, tiene Certificado de Profesionalidad en Vigilancia, Seguridad privada y protección de explosivos, es Monitor de Kárate, Taichi Chuan y Chikung, Instructor de Buceo, Patrón de Yate, Detective Privado titulado, con FP como Electricista, Wedding Planner organizador de eventos graduado y seguro que me dejo alguna otra. Vamos, un perfecto inútil pero al que, en su momento, utilizamos para un trabajo en la costa de las Landas en el que no tenía que hacer nada sino estar y lo hizo muy bien y como en esta casa y en la otra somos muy agradecidos con los que nos han servido pues le hemos dejado ganarse la vida y le hemos sacado de algunos líos en que se ha metido pero estoy convencido de que se ha metido en este asunto hasta el cuello y esta vez no le vamos a salvar el pescuezo, una cosa es darle de tortas a un macarra de La Palanca por un quítame allá esas putas y otra cosa es cargarse a un señorito de Bilbao que además era también del Athlétic como él y como yo.
Fernando siguió la mirada del Teniente Coronel y en una de las paredes estaba clavado un banderín amarillento del club bilbaíno que, en un primer momento, había tomado por uno del Atlético de Madrid.
- El sujeto que le acompañaba a este idiota, pondría la mano en el fuego pero creo que era Kovasevic.
- ¡Rehostias! - No se pudo reprimir el navarro en uniforme de teniente de la Guardia Civil -.
- No es el futbolista, ese pájaro se dedica a otras cosas. El nuestro es Slobodan Kovasevic un antiguo militar serbio que vive en Santander. Aunque las cintas de vídeo del ferry son una mierda, por la corpulencia de ambos hemos deducido que es él pero es que la foto del pasaporte alemán que se usó para el alquiler del coche puede ser perfectamente del Kovasevic éste, también la tuya o la mía o la de la teniente, porque se parece a cualquiera y a nadie, pero este tipo de documentación falsa se hace en Belgrado, donde hay un especialista muy reputado. Y además Kovasevic es buceador, un excelente buceador por lo que nos hemos enterado, y practica mucho en el Club de Pesca y Actividades Submarinas de Colindres y ya adivináis quién es también socio del Club de Colindres y suele ir por allí. Pero mientras Peio está dado de alta como trabajador autónomo como un empresario de multiservicios desde tareas de seguridad a organización de eventos, nuestro buen Slobodan es un auxiliar administrativo en una ETT de Santander, una ETT que dirige su compañera Divna Domijn que lleva muchos años viviendo en España, vino a jugar a balonmano y ya no se volvió, Slobodan ha aparecido hace dos o tres años, se dedican a traer trabajadores serbios para hacer obras o trabajar en hostelería y así.
- Tenemos indicios como para actuar contra ellos como ejecutores materiales quizá, pero no creo que convenga – Carmen Camacho no soporta el olor a tabaco húmedo y moho que, a pesar de la ventilación, impregna el ambiente del despacho -, porque hay que encontrar al que les hizo el encargo.
- No hemos encontrado pista alguna del dinero, los dos siguen haciendo vida normal y sin ostentaciones por lo que sabemos y no creo que les hayan hecho una transferencia bancaria, no he querido menear las comandancias de allí para no arriesgarnos a entorpecer las investigaciones que estáis realizando vosotros pero tú Fernando tienes libertad de acción para hacerlo con lo que veas por Bilbao.
Y, una vez instruidos, uno cogió el vuelo para Loiu y otra el vuelo para Son Sant Joan.
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