El árbitro en rugby es intocable durante el partido. El árbitro es componente esencial del juego y el respeto a sus decisiones y a su persona por jugadores y espectadores -sí, también por los espectadores-, es una nota típica de este deporte. Pero quizá lo que menos me ha gustado de esta primera jornada del VI Naciones ha sido el arbitraje de tres árbitros, por cierto, excelentes.
El Sr. Owens arbitró el Irlanda- Francia. El partido resultó espectacular con un juego francés osado y sorprendente en todo el terreno en sus fases de ataque, formando unos rombos agresivos de soporte al portador del balón que dieron una imagen renovada de un equipo que parecía haber perdido el rumbo pero en defensa falló y enfrente tuvo un equipo también enorme en ataque pero con una defensa impecable ¿Impecable o impune? Yo no vi que los franceses cometieran cinco veces más faltas que los irlandeses y, en todo caso que tales faltas francesas fueran todas merecedoras directamente de golpes de castigo, a pesar de que las decisiones arbitrales no empañan para nada la victoria merecida de la selección del trébol y de que la Comisión Disciplinaria haya castigado este miércoles un mal gesto de un jugador francés con una suspensión de dos semanas en base de la grabación del partido.
El Sr. Lawrence arbitró un encuentro menos igualado sobre el terreno –una vez más los italianos no se creyeron que podían ganar-, por lo que enseñó un par de tarjetas amarillas a los anfitriones y se mostró quizá más tolerante con los visitantes que se defendieron incurriendo posiblemente en más faltas de las señaladas.
El Sr. Rolland también sacó dos tarjetas a los vencedores y, aunque fue tolerante en los agrupamientos más intensos, pitó muchos más golpes de castigo a los escoceses que a los galeses aunque algún ventoso genio de Murrayfield evitó que engrosaran su factura frente a los favoritos del Torneo.
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Y el siguiente fin de semana sólo hubo un ensayo concedido a Francia con pantalla previa a la defensa escocesa, me parece a mí. Pero el árbitro es un elemento más del juego y hay que acatar sus decisiones siempre durante el juego.
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