Este folletín por entregas irregulares comienza en
- Y llegó el
coronavirus y nos cogió “cagando y sin papel”, bueno sin papel a
algunos, otros habían corrido a acapararlo – decía Manu Majors,
desnudo, con el agua del mar hasta los tobillos en el arenal de la
playa de Es Trenc -. A los implicados en la “Operación Muelle”
les cogió en libertad con cargos.
- Les ha venido muy
bien la muerte de Martínez – le contestó Jon Galtzagorri, desnudo
a su lado, oteando el horizonte, un solo yate enorme a lo lejos -.
Supongo que todos le han echado la culpa al muerto, así, llegando a
acuerdos con la Diputación de Bizkaia para el pago de lo defraudado,
ninguno pisará la cárcel.
- El único que está
dentro es el gorila del primo político del difunto mal bicho…
- Se está bien aquí
en pelotas, después del confinamiento, aire libre, mar, pasear,
nadar…
Los dos hombres,
vistos desde la posición donde estaban sus mujeres, Lin y Coro, en
las tumbonas amarillas, ofrecían una estampa de vieja película
cómica francesa con sus culos de urbanita al aire. Alguna lorza de
más en la cintura, Manu más alto y con menos pelos en el cuerpo que
Jon, un oso en comparación, eran la imagen didáctica de la
evolución del jugador de rugby en función de su posición en el
equipo, el tercera línea Majors podría pasar por una versión
erguida de “el luchador”, la estatua romana, pero en mármol
blanco y a la que el escultor no hubiera logrado rematar precisamente
la cintura, el pilier Galtzagorri, sin embargo, tenía algo de
“ninot” indultado en las Fallas.
La familia Arriluze
había quedado satisfecha con la rendición de cuentas de Manu
Majors, deseaban deshacerse de la casa de Mallorca, ninguno de los
herederos, y la viuda menos, deseaba volver, así que se la habían
ofrecido al abogado para que pasara unas semanas, al acabar el estado
de sitio que la pandemia había provocado en Europa.
Atardecía en la
playa, el sol caía hacia el horizonte a la derecha de los dos
turistas, era la hora de regresar a preparar la barbacoa de la cena.
- El sol se va a
poner el pijama rojo – dijo Lin, llegando bella en su desnudez con
la luz del atardecer -, como decía mi mamá, es la hora, niños, del
baño.
A Majors le gustaba
ver a su mujer desnuda, no se cansaba del espectáculo. También
Coro, con un cuerpo más difícil de contener en los cánones
actuales de la moda que en los del siglo XVIII, llegó y arrastró a
su marido al agua en un juego, al final los cuatro se unieron a la
batalla de “aguadiñas”, que les quitaba más de cuarenta años
de edad.
En la terraza de la
chabola de adobe, más tarde, cuando los dos guardiaciviles Fernando
Ustarroz y Carmen Camacho, ésta con un embarazo evidente, llegaron
vestidos de veraneantes, pusieron música de los años setenta del
siglo pasado y bebieron vino rosado navarro frío, menos la teniente,
hasta que las risas se oían en la distancia.
- Pues Slobodan
estaba en Zrenjanin donde había fundado una escuela de formación
profesional para jóvenes sin familia y es un tipo muy apreciado
lógicamente – comentó la teniente al final de la cena -, sin
embargo, aceptó la extradición fácilmente después de que le hice
escuchar el mensaje grabado de Peio, tuve más problemas con las
autoridades serbias pero al final lo traje hace una semana y
suponemos que enseguida se acabará el sumario.
- La familia
Arriluze se ha apartado del caso y no va a ejercer la acusación
privada – Galtzagorri dijo resignadamente, no estaba de acuerdo con
esta actitud -.
- La fiscalía y la
defensa tienen muy avanzado el acuerdo para que se les condene a los
dos por homicidio culposo y omisión de deber de socorro a unos cinco
años de prisión – Ustárroz continuó -, es un buen acuerdo para
los dos y el asesinato queda como un accidente de tráfico.
- Y el asesinato de
Martínez de Gurruchaga como un accidente náutico por culpa
exclusiva de la víctima que tenía en sangre exceso de alcohol, de
orfidal y hasta de viagra, según la autopsia – Majors estaba
bastante enfadado con el resultado final que se avecinaba -, y ya
está sobreseído y archivado.
- Ahora que éste se
nos va destinado a Bilbao tampoco se va a reabrir el caso – Camacho
se había puesto de pie y se paseaba con las manos apoyadas en las
lumbares -, supongo que va estar muy ocupado con cierta viuda con la
que no ha parado de intercambiar whatsapps estos meses ¿No hay otro
sitio para mear aquí que esa cuadra?
- No – le contestó
Lin - ¿Y tú cómo te quedas?
Desde la cuadra, una
vieja cortina de lona mal corrida por puerta, se oyó la voz de la
teniente:
- Yo, muy bien, mi
pareja ha sido destinado al puerto de Palma y enseguida voy a estar
ocupada criando guardiacivilitos…
Fernando Ustarroz se
volvió a Majors con una borrachera regular y un último vaso de vino
en la mano y le dijo:
- ¿Y la Jussssticia
cómo sess queda, eh?
- En pelotas
FIN
P.D.: Si has llegado hasta aquí después de leer los anteriores capítulos, me descubro ante ti. Y te pido un favor, estoy convirtiendo este bodrio de apenas 60 páginas en otra cosa más estructurada y mejor escrita, así que necesito críticas constructivas -las otras ya me las he hecho al leerlo todo seguido -, a efectos de hacer una novela. Tienes mi correo en la cabecera. Muchas gracias.
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