jueves, 28 de julio de 2022

ENTREVISTA Revista Abokatuok nº 88 POR DONATO CASTAÑO

50 años colegiado, se dice pronto. ¿Sigue en el ejercicio de la profesión? 

- Mi idea es continuar hasta fin del año 2022, al fin y al cabo, oficialmente me colegié el 9 de noviembre de 1972 y me gustaría alcanzar esa fecha, no sé por qué. Lógicamente si alguno de los asuntos que tengo en marcha no está acabado para esa fecha y no puedo dejarlo en herencia… tendré que seguir. 

¿Qué o quién le influyó para dedicarse a la profesión de abogado?

- El azar, supongo. Tenía el título y estaba trabajando de contable tranquilamente, cuando mi hermano Gustavo me pagó la colegiación en la primavera de 1972 y la entrada del Aranzadi para defenderle en un pleito que le habían metido y que salió bien. Mientras duraba el pleito entré en el Credit Lyonnais y el horario que había entonces en la banca y que al banco le venía bien me permitieron tener un pequeño despacho en el que empecé a atender trabajadores y autónomos. Dejé el banco por aburrimiento para ser director administrativo de una sociedad pero le condenaron a Paco Idiaquez a 4 años de cárcel en el TOP -se escapó a Rumanía que no sé si era peor que Martutene -,  y José Ramón Recalde me llamó para que le sustituyera desde mi despacho en los asuntos de Comisiones Obreras, luego todo fue rodando y cuesta abajo a toda velocidad.

Mucho ha cambiado la abogacía en estos años. ¿Cuáles cree que han sido los mayores cambios? 

- Las mujeres, el cambio es mujer. Creo que tenemos que estar agradecidos a la lucha de las mujeres por sus derechos que ha hecho progresar la abogacía, hacerla verdaderamente más humana, más integrada en la sociedad.

Otros cambios se derivan de esta “infocracia” que nos han traído las redes sociales en el que estamos dejando de pensar como abogados, poniendo en peligro la ética y la deontología, por obtener unos “retweets”, cuando podrían ser unas herramientas estupendas al servicio del bien común, pero no sé si está de moda que un abogado piense en el bien común.

En relación a los compañeros y compañeras, ¿qué relación ha tenido durante estos 50 años?

- No tengo enemigos serios en la abogacía, algunos ofendiditos y envidiosos pero pocos. Creo que tengo relaciones estupendas con compañeros y compañeras que conocí en los primeros años y ahí siguen. A otros y otras que he conocido a lo largo de mi carrera les aprecio y me gusta compartir con ellos aperitivos y “terceros tiempos”, siempre que las circunstancias lo permiten. Lamento la pérdida de maestros que me guiaron como los hermanos Recalde o Fernando Múgica, también la de  Artemio Zarco en otro orden de cosas

Alguna anécdota en estos años que recuerde especialmente.

- En una comida anual del colegio, hacia el 2000, una compañera me vino a buscar en los cafés porque otra compañera estaba contando anécdotas mías en su mesa, así que me senté sin llamar la atención y escuché en boca de una desconocida una historieta que la narradora decía había pasado entre los dos, mencionando mi pajarita habitual, todas las miradas se dirigían hacia mi así que me presenté y le dije que yo a ella no le había visto en la vida y me dijo sin pestañear: “¿No te acuerdas? Pues fue así como lo he contado”. 

¿Cuál ha sido su especialidad a lo largo de estos años?

- La empresa, el negocio, en todos sus aspectos: los laborales, los mercantiles, los penales, incluso los fiscales…

En relación a la justicia también habrá notado una evolución.

- La justicia no existe, existimos las personas que hacemos la justicia con nuestras virtudes, nuestros defectos y nuestras hemorroides. Y esas personas fuimos evolucionando y liderando la sociedad durante unos tiempos complicados, a partir de mediados de los 90 hemos ido involucionando, degenerando, estamos en esta situación que solo puedo calificar con adjetivos impublicables en esta revista profesional pero que solo puedo comparar a un cáncer que afecta a órganos vitales de nuestra sociedad y no hay voluntad alguna de remediarlo.

Y con relación al Colegio de Abogados (… si se ha tenido alguna vinculación, pertenencia a alguna Junta o colaboración de cualquier tipo en Comisiones, etc, etc)

- Estuve cinco años en la Junta de Gobierno y tuve suficiente, admiro a los que se dedican al colectivo desinteresadamente y desempeñan cargos que dan más disgustos que satisfacciones pero de los que debe ser muy difícil salir y no voy a compararlo con el Ikea o las drogas… sigo las actividades de Patxi López de Tejada, otro tipo admirable, y de Iuris Lagunak porque tenemos la suerte los vascos de ser la bisagra de España y Francia, nos nacieron aquí y tenemos que aprovecharlo. El rugby jurídico de los Bardulians lo dejé de practicar ha tiempo, me da pena que nadie haya recogido el relevo de Txano García Alcorta pero es lo que hay.



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