Con la pericia del herrero
Trabajó el cirujano su risa
Y no hay un chador en Donostia
Para la intangible escondida
contra el monte estallan,
Mompás, mi paso, mi derrota,
Ante la castidad señalada
Mientras las burbujas en la tónica
Tambien revientan en ginebra
Zapearé hasta la naúsea
Desde el canapé con agujetas
No hay un chador en Donostia
Ni un molusco más cerrado
En todas las rocas partidas
Del litoral guipuzcoano
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