Y el lendakari y su partido ciegamente insisten una y otra vez en cruzar un camino que ellos mismos advirtieron que estaba cerrado hace tiempo. Saben que ellos no han hecho las obras necesarias para acceder al Puente e incluso saben que no saben a dónde lleva ese puente pero no tienen una ruta alternativa y no quieren tenerla.
Se dejan empujar por los que más daño han hecho, hacen y harán a esta sociedad, han renunciado a liderar el progreso y se han puesto delante del retroceso para hacer que suman fuerzas y así mantenerse en el primer puesto del pelotón, se dirija éste hacia donde se dirija.
Quizá porque el partido que fundó Sabino Arana se parece cada día más al que fundara Jesús Gil sería triste que este empeño en cruzar el Puente de Hierro fuera simplemente una consecuencia desesperada de una necesidad perentoria de no bajar de división en próximas citas electorales.
Entonces más vale que, como
No hay comentarios:
Publicar un comentario