Víctor Hugo pasó por aquí y le dio el nombre de la villa a un personaje que es el título de un drama excesivo, devenido irrepresentable a no ser que se adapte para la televisión. Al Hernani apasionado del teatro de antes de ayer quizá merezca acercarse con nuevos ojos en otra ocasión. Hoy Hernani es rugby. El pasado domingo con un tiempo inclemente Landare registró una presencia de público que cualquier otro campo del deporte aficionado puede envidiar. Llevar a tanta gente a vivir con su equipo un encuentro es un gran mérito de este Club que va cumpliendo años y mejorando con el paso de los mismos, no sólo porque en su existencia hayan pasado por sus alineaciones más de dos mil hernaniarras o porque este año tenga más de un centenar de fichas entre todas sus secciones, sino porque está afrontando su futuro con un proyecto, aplicando la filosofía de este juego también fuera de la cancha. Así desde las raíces de Landare se puede desarrollar un árbol que de un fruto de superior categoría antes de que el Club cumpla el medio siglo. Uno de los aspectos de este buen hacer es su presencia en Internet que se acaba de renovar con una página que merece la pena visitar en
www.hernanirugby.com. La red es de gran ayuda en un deporte tan complejo como el rugby, donde los momentos en que los jugadores pueden estar juntos preparándose y preparando los próximos encuentros son siempre insuficientes. Aunque el apretón de manos y el calor humano del contacto nunca van a ser sustituidos, aprovechar la comunicación más eficiente entre todos los componentes de un club es básico para mejorar los logros como lo está demostrando Hernani Club de Rugby Elkartea.
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